Para que luego digan que en Internet no se encuentran cosas útiles. Sin ir más lejos ayer me encontré con esta valiente iniciativa para quienes tienen cierta prisa en casarse. Si en la iglesia no consiguen fecha para la ceremonia que tanto esperan no se preocupen, para eso se ha inventado la Iglesia Hinchable.
Imagino que venderán también algún inflador para ayudar a los pulmones en tal ardua tarea, lo que es cierto es que es un invento bien práctico y confortable. Con sus torres hinchables, su órgano hinchable, el altar, pulpito, candelabros, una cruz dorada hinchable… en definitiva, todos los detalles que harán aún más bonito ese día.
Miren sino que aura de felicidad parece invadir a los invitados, la luz celestial está ahí dentro, ejem, sí, entra por las falsas ventanas de plástico.
Me encanta una de las frases que aparece en la página: ¡No hay problema con los tacones!
¿El cura será hinchable tambien? Deleite para algun que otro fetichista.
ResponderEliminarJajajaja, fue una de las cosas que pensé Baldanders.
ResponderEliminarBueno, más bien me imaginé a toda la concurrencia hinchable.
También puedes hincharla con hidrógeno y celebrar la boda en las alturas :)
ResponderEliminarInteresante propuesta a tener en cuenta. Lástima que desde que viera en los maravillosos documentales de Japanorama que existe la posibilidad de casarse en el parque temático de Hello Kitty en japón, en medio de gatitas blancas y cantidades ingentes de kistch, tenga decidida ya la localización de mi futurible enlace.
ResponderEliminarLo de las Vegas está ya muy visto, ¿no?
ResponderEliminarSi me caso ya se donde. Gracias Aura.
ResponderEliminarYo prefiero casarme en el elefante.
ResponderEliminarPese un buen finde, Aura, yo no me voy a despegar de la butaca. Besos!
Ahora solo me falta la novia.
ResponderEliminarPase un buen fin de semana también Pussy, yo seguramente voy a ver una obra de teatro de Arrabal y al cine, claro, que dan un ciclo de Anthony Mann mmmmm
ResponderEliminarMarkitos: la mejor respuesta xD
Ojo cuántas posibilidades, en vez de colchoneta hinchable este verano a la playa todos con nuestra iglesia hinchable, incluso con unos arreglillos podremos hacer ceremonias a Dagón y madre Hydra jejejejeje
ResponderEliminarSi los aliados colaron a los alemanes los tanques y los aviones hinchables en el 44 yo ya me creo todo en estos chismes.
ResponderEliminarPues precisamente no fué en una iglesia en lo primero que pensé al ver esa entrada tan… sugerente… : P
ResponderEliminar¡Besos y buen finde!
Pero, ¿y por qué sólo la anuncian para bodas? Con el mercado potencial que hay para todo tipo de celebraciones sacras: comuniones, bautizos, o hasta misas convencionales. O para las convivencias de las parroquias, que se la pueden llevar en el maletero del bus...
ResponderEliminarNo es ninguna novedad: sólo así logré casarme: en una iglesia inflable y con un hombre inflable. Me ha salido muy práctico todo.
ResponderEliminar¿Sólo tienen una? ¿Tendrán alguna de gótico flamígero para mí? Sí, quiero.
ResponderEliminarPor cierto que vaya suerte vivir en Barcelona, supongo que irás a ver El arquitecto y el emperador de Asiria, ¿no? Onanista, surrealista, pánico y edípico, qué suerte Barcelona... jopé. Besos.
Siguendo con lo que dice Noemí, pero a la viceversa, sería un buen sitio para que Gómez de la Serna, y Luis García Berlanga, entre otros, se casasen con su muñeca hinchable, tan tierna, amable y manejable.
ResponderEliminarTodo ello en un ambiente ciertamente sofocante: el plástico produce bochornos.
Aquí ni hablar de eso, que las señoras lo joderán todo con las peinetas...
ResponderEliminarSí.. tiene sus ventajas... es más grande que una muñeca hinchable y más romántico que un flotador... XD ¡¡¡Digo esto en un vano intento de decir algo bueno de ella, jua,jua!!! XD El caso es que en el fondo e gusta... :)
ResponderEliminarNiet, nada inflable, niet :)
ResponderEliminary sin embargo qué delicia para que mi niño y yo juguemos y más si nos damos el gusto al final de darle pinchazos con el compromiso de pagar los daños y perjuicios :)
casarse en las vegas nunca estará mal, nunca dejará de ser una de las tres mejores formas de contraer matrimonio.
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