Llevo varios días postergando el momento de volver a escribir. Uno de los Siete Pecados Capitales me ha robado el alma y me es casi imposible despegarme del colchón. Emprender cualquier cosa me supone un esfuerzo terrible y, sin embargo, soy felicísima de pasar las horas muertas contemplando los tonos del pelaje de mi gata, cada manchita, cada blancura nueva…
Además, un virus se cierne sobre mi salud y se lleva todas mis energías.
¡Pero quiero ser un blogger real y hacer el post vacacional obligado! Pussy, a usted se lo brindo.
La foto de arriba pertenece a mis vacaciones en Venecia: debían ser aproximadamente las 8 de la tarde y era mi momento predilecto del día. Volver extenuada de pasar la jornada caminando y restregar el olor a sudor por las sábanas.
Venecia es una ciudad real, no un paisaje de película envuelto en tonos pastel. Y esa honestidad es una de las cosas que más me gustó de estar allí. En estos tiempos asépticos que vivimos en los que todo, personas y lugares, deben estar higienizados y desinfectados debidamente, me proporcionaba muchísimo placer sentir tantos olores, tan de verdad. Y volver al hotel y sentir el olor de mi cabello sucio, de mi ropa, de todo; recordar el aroma de la fruta en el mercado y de la gente y los animales. En Venecia un perro es un perro y huele como tal. Profundamente hermoso.
Hay allí lugares en las afueras donde casi nadie se acerca, donde la ciudad se libra de las tiendas de souvenirs y se entra en las calles más inhóspitas. Allí, en
Y basta de ponerme mística. Ya estoy de vuelta.
23 comentarios:
Qué coincidencia, Dorsoduro junto con la Giudecca son mis partes favoritas de Venecia.
Qué placer leerla de nuevo, espero que se recupere pronto de su virus.
Perdón, pero Venezia es de cartón piedra. Como Verona, como el centro histórico de Roma, como las ruinas de Pompei... Los olores son químicos especialmente creados, las manchas en las paredes y tal son fabricadas especialmente en Japón.
Es un decreto de ley, que prohibe ser aséptico, para así parecer más real. Puritito espíritu baudrillariano.
Como me decía un gran amigo el otro día: Si te dan a escoger entre la realidad y la leyenda, quédate siempre con la leyenda...
Deseo que le hayan regalado muy buenos momentos durante sus vacaciones.
También que venza a esos malditos virus, es mala época.
Las ganas que me han entrado de viajar a la ciudad de los canales tras la lectura de su post, le aseguro que no han sido pocas... Pero de momento, tendrá que esperar, mal que me pese.
Bienvenida de nuevo, y cuídese ese ¿catarro?
Me alegra leer que estás de vuelta. Ahora me lamento de no haber podido descubrir esa Venecia oculta. Las cosas de los tour operadores...
Me alegro de verla de nuevo en casa.
Y espero que el pecado capital que la impide despegarse del colchón sea la lujuria y no la pereza.
Yo también lo preferiría Brujo :)
No habría queja, en ese caso.
Un placer leerla de nuevo, y encantado con esa foto de Venecia donde se siente la ciudad sin necesidad de verla. Y una recomendación fílmica, que usted seguramente conoce pero que para mí es una de las mejores representaciones de la ciudad que he visto: "Amenaza en la Sombra" (1973). Un saludo.
Muy vívidas las sensaciones endocrinológicas que transmite su crónica, querida. Me ha recordado (perdón perdón) a la película Perfume, que vi hace un mes, y no hizo otra cosa que revalidar mi enemistad con el cine, y a aquel capítulo de El Hombre que Confundió a su Mujer con un Sombrero donde se detalla el caso de un drogadicto que sueña que es un perro; su olfato se ve acrecentado a niveles casi extrasensitivos. El sujeto descubre con felicidad un nuevo universo que percibe a la perfección mediante el olfato. Cuando despierta, su poder se ha ido.
Mas tarde la interrogaré mejor al respecto. Como sea, veo que le ha levantado un altar al mismo ídolo que yo: adorar al dios de la pereza suele traer efectos secundarios.. ¿pero se puede hacer otra cosa mientras tanto? Además, se siente tan bien.. espero que se encuentre feliz, pues, doña Aura..
¿Ha conseguido la máscara del médico?
Querido Mantícora, me faltó la máscara del médico, pero es que volví completamente arruinada, imagínese.
Bueno, será una excusa para volver...
Mientras tanto, a dormitar de nuevo. Me siento muy feliz.
Hasta pronto.
Bienvenida.
A mi me ocurre algo parecido con Florencia, ciudad que vió nacer a Dante.
Bienvenida, señorita.
(Apúnteme usted a la noble cofradía de los perezosos, por cierto...)
El hecho cierto es que, tras largas horas de visitas y locuras lo que más apetece es tumbarse sobre la cama del hotel. ¿y que me dices de ese largo baño de espuma....? es lo que suelo hacer cada vez que viajo a Italia, o a Belgica, o a Portugal, o a ....
Hola, Aura. Viene usted de Venecia con la prosa afilada:
"Porque, ¿quién no se siente católico al penetrar en un reducto olvidado y oscuro con intenso olor a humedad y pájaros campando a sus anchas por las piedras deterioradas? Negrura y podredumbre, y excrementos de palomas enterrando las estatuas doradas descoloridas. Un aire malsano y los ojos de los santos persiguiéndote desde cada ángulo."
¡Mierda! ¡He encontrado dos mensajes suyos hoy, pero no la he encontrado a usted!
Últimamente mi computadora se complace en jugarme numerosos trucos para ponerme allí cuando estoy lejos..
Será cuestión de volver: "dicen que me fui del barrio.. ¿cuándo? ¿pero cuándo? si siempre estoy llegando.."
Leyendo tu historia tengo la impresión de que la aventura veneciana ha provocado cierta tensión entre tu concepción idealista de la existencia y la percepción sensible de una materia sobre la que se han construido innumerables fantasías.
Quizás tu estado de postración en el que se mezclan pereza y patología vírica sea un eco del estado mental que has experimentado en dias anteriores, resultante de la dispersión de ideas poéticas sobre Venecia en la material vil de ese lugar. O al revés, de la dispersión de esas percepciones en el fluido de tus ensueños.
Se trata, creo, de una disolución imposible.
Un saludo.
No se preocupe, la pereza es casi inherente a cualquier fin de viaje. A mí también me pasa. Es regresar al hogar y pasarte días enteros desmayándote por las esquinas, sofás, camas... Todo en un estado de aturdimiento perpetuo. Sueño atrasado, cambio de biorritmos, jetlag... Esas cosas, y otras. O eso dicen, al menos.
Que ganas de conocer esa Venecia tan real. Genial la primera foto.
Un saludo
Ahora si que no puedo esperar mas para conocer Venecia.
Felicidades por su felicidad.
Un beso
venecia, venecia, lo unico q se es q cada dia se esta hundiendo mas como la politica... en fin... es algo duro de digerir para alguien q no ha salido ni de su propio pais... queía darte un dato, a ver si podria conseguir mas informacion o podrías comentar acerca de la pelicula "salò" o 120 días de sodoma de Pier Paolo Pasolini, es una de las más dificiles de encontrar por la red (al menos para mi lo es) solo pude encontrar algo de ella el wikipedia despues de ua larga travesia por la definición del canibalismo y el perfil psicologico de tito andronico, pasando por nuestro colega hannibal lecter...
en fi, espero q mi pedido sea aceptado o si no mandame a la mierda con gusto.
sorry de nuevo por lo de anonimo , pero ya aprendere a usar los blogs.
Pues en un breve vistazo he encontrado unos cuantos artículos sobre Salo, es una película bastante comentada:
http://www.cyberhumanitatis.uchile.cl/CDA/texto_simple2/0,1255,SCID%253D2010%2526ISID%253D165,00.html
http://www.miradas.net/2005/n41/estudio/salo.html
http://www.eurielec.etsit.upm.es/~zenzei/index.php?numero=5&tipo=miscelanea&arch=2pasolini
http://www.italica.rai.it/esp/cinema/peliculas/salo.htm
Mierda, y yo que me atraganté con Roma, en lugar de visitar Venecia... Excelente crónica, transmites muy bien el espíritu decadente ;)
Publicar un comentario