Hoy tengo el placer de presentarles un nuevo colaborador, que junto a Fran le Kinky o Lost Driver se convertirá en un habitual de esta página, desmenuzando filmografías, películas y vidas del celuloide de un modo que sólo él sabe (y puede) hacer. Tenerle en mi blog siempre ha sido una ilusión enorme para mí, así que espero que aprecien sus análisis como el gran compendio que son de anécdotas divertidas y enfoques particulares de las estrellas de la gran pantalla. El cine como nunca antes habían visto.
Además de sus amplios conocimientos, que con mucho superan a los míos, Xavi Sans es un mago, un artista capaz de proyectar su personal mirada sobre cada cinta que cae en sus manos. Tal vez por este motivo le necesitaba tanto aquí.
Les dejo con sus letras y con esta aproximación a uno de esos cómicos disparatados que tanto le divierten:
Aura
Sobre William Candfield Fielding, más conocido como
ALIAS: LORD GIN, ALIAS: NARIZ DE COLIFLOR.
Éste cómico genial, casi desconocido en nuestro país, siempre será recordado por su enorme y llamativa nariz.
Él era sumamente susceptible con respecto al que consideraba su único defecto, y no toleraba bromas acerca de él, ni siquiera de labios de sus amigos más íntimos.
Huyó de la casa de sus padres de niño, vagabundeó y se dedicó durante muchos años a recorrer el país en circos ambulantes y en compañías de variedades, music-hall y vaudeville de tercera fila.
W. C. FIELDS Y D. W. GRIFFITH, ODIO A PRIMERA VISTA:
Hoy en día lo podríamos considerar como un cómico y un cineasta ´indie´ o marginal, que incluso se atrevió a desafiar al mismísimo David Wark Griffith, -considerado como intocable en ésa época-, cuando en el estreno de "Sally, la hija del circo", -melodrama con algunos momentos burlescos y sin demasiado interés, donde el pionero Griffith dirigió al éste cómico socarrón -, este último declaró: "La película es malísima porqué toca los sentimientos, y los sentimientos no hay que tocarlos ni en broma en un buen film"; Fields con este gesto se sumó a la opinión que del considerado como "el mejor director de América" tenían dos otros dos grandes maestros en el arte de no dejar indiferente al espectador, manteniendo su inquietud mórbida en tabúes de la sociedad que les tocó vivir, como fueron Erich von Stroheim y Tod Browning, quienes habían comenzado su meritoriaje con Griffith con "Corazones del mundo" de 1.918 e "Intolerancia" de 1.916 respectivamente.
Fields también trabajó para D. W. Griffith en una escena de "Las dos huérfanas", pero las tensiones que sostuvo con el pionero director provocaron su despido del rodaje, siendo eliminada su corta aparición en el film durante su montaje.
Fields creó un mítico personaje que era como un Falstaff moderno, un compendio de indignidades y defectos: Zafio, borrachín, sucio, vago, con malos modos en la mesa, embustero, fanfarrón, explotador, despótico, hiriente, ignorante, terriblemente pueblerino, avaro, aprovechado, pícaro y sabelotodo; personaje que aparece por primera vez en la pantalla en el corto de
Su habilidad para provocar humor debido a la mordacidad y desinhibición con la que retrataba determinados arquetipos sociales de su tiempo, le confirió una fama que se extendió hasta bien entrado el sonoro, se hizo inmensamente rico y fue apreciado por la crítica mas feroz, que entendió perfectamente el hecho de que Fields era un hombre muy culto que desmenuzaba con maestría esos personajes de gañán poco instruido.
A destacar: "El viejo juego del trilero" de 1.926 de A. Edward Sutherland junto a la bellísima Louise Brooks; donde crea el impagable personaje del droguero Elmer Prettywillie, antiguo militar y actual usurero, que odia a su espantosa hermana viuda, a la no menos espantosa solterona del poblacho rural donde tiene su establecimiento, y a su repelente sobrinito.
-"A los niños, -decía Fields-, les pego por un impulso reflejo".
W. C. FIELDS Y SU ADMIRADO P. G. WOODEHOUSE
Su escritor favorito era P. G. Woodehouse, -el creador del mayordomo Jeeves-; Fields introdujo escenas donde jugaba mal al golf en muchas de sus películas, en homenaje al maestro británico del humor con quien le unía una gran amistad y al que llamaba afectuosamente "Plum".
El personaje del droguero Elmer Prettywillie tiene también mucho que ver con el personaje del terrateniente Lord Emsworth, creado por Woodehouse, éste personaje era torturado por hermanas, sobrinos y demás parientes que deseaban hacerle participe activo en la vida familiar del castillo de Blanding, mientras que lord Emsworth solo ambicionaba engordar una cerda negra para poder ganar el primer premio en un concurso estatal.
Los animales tampoco eran del agrado de Fields, que solía emborrachar los cisnes del estanque de su inmenso jardín privado en Hollywood solo para que no dieran vueltas y más vueltas, y se reía la mar cuando los ánades se caía de un lado a otro en su vano intentando de continuar dando vueltas por el estanque. No salen demasiadas mascotas en su cine.
También odiaba la música, en particular la ópera, a regañadientes hizo algún musical malo, por recomendación de sus agentes y abogados; en aquella época, cuando el sonoro estaba aún incipiente, en todas las comedias cantaban todos, (o graznaban todos).
Tenía una amante, una -entonces- conocida cantante de ópera a la que zurraba con una vara en el trasero si entonaba un aria en el transcurso de una suntuosa fiesta celebrada en su mansión, ante la presencia de grandes personalidades de la política, del cine, del mundo científico, periodístico y literario de la época, como el citado Woodehouse. Fields argüía que la ópera le recordaba a los trinos desusados que entonaba su padre, al que odiaba, -era un alcohólico como lo fue él mismo-.
Al ser alcohólico su carácter era muy agrio y se peleaba con todos los directores; a pesar de trabajar con grandes especialistas en "Screwball comedy" Y "Slapstick", (comedia enloquecida), como fueron los directores Norman Z. Mcleod: "Si yo tuviera un millón"; Gregory LaCava: "Loco de atar"; el citado título de A. E. Sutherland: " El viejo juego del trilero”; o Clyde Bruckman: "¡Una cerveza bien fría!";
Directores artesanos, especializados en comedias, hoy injustamente olvidados, y de los que yo reivindico: "Monkey Business", "Horse Feathers", de McLeod, con los Hermanos Marx; "La melodía de seis millones", "Damas del Teatro", de LaCava; "El maquinista de
O el film colectivo de episodios: "Si yo tuviera un millón" de 1.932, con un genial Fields componiendo un personaje como el George de la serie "Los Ropper", -aunque mucho más "grunch"-. Con una extravagante esposa que se priva hasta de comer para vestir exageradamente elegante hasta alcanzar altas cotas de cursilería, como
(Incluyo sinopsis del episodio dirigido por Norman Z. Mcleod):
Un matrimonio mayor malvive de los escasos ingresos que les brinda la modesta cafetería que tienen alquilada. Ella atiende y cobra a los clientes, y él no sabe ni freír un huevo pero ejerce de chef.
Atrás quedaron sus días como teloneros en bolos de los espectáculos de variedades más miserables y ruinosos, -a pesar de todo ellos recuerdan este periodo con gran nostalgia-;
Después de que un conductor temerario les destrozara su flamante coche nuevo, el matrimonio formado por Rollo y Emily LaRue,- que así es como se llaman ésta pareja de marginales y ajados sesentones-, deciden tomarse la justicia por su mano y enfrentarse a todos los peligros al volante. Para ello despilfarran una fortuna que han heredado recientemente, y alquilan una flota de automóviles de segunda mano, con los cuales chocan sin compasión con todos los malos conductores que encuentran en la autopista.
Esta experiencia parece revitalizarles y continúan destrozando automóviles hasta el ocaso.
Es una comedia muy cretina pero si te liberas de tus prejuicios te ríes mucho, además encuentro que el mensaje no envejece: El dinero heredado o ganado el apuestas del estado, o en las tragaperras, está demostrado que desaparece con la misma facilidad que ha entrado.
Fields también chupó rueda, - por así decirlo-, teniendo que alternar películas comerciales como "David Copperfield", -memorable su deshollinador borracho con pantalones de minero, bastón y sombrero de copa alta-, con musicales soporíferos como "Poppy", -versión sonora del film de Griffith, "Sally", que fue un éxito en Broadway en los años veinte-; y con mediometrajes y cortometrajes a su servicio en
W. C. FIELDS Y SU ADMIRADOR ORSON WELLES:
Fields aborrecía también la magia, -llegó a echar a Orson Welles de una fiesta en su mansión con las cajas destempladas por imitar a Houdini. A partir de entonces, Fields llamaba al joven genio Orson despectivamente: "Majatma". -"¡No quiero volver a ver al Majatma ése en mi casa!", -decía.
A pesar de ésta anécdota, Orson Welles admiraba a Fields, -era su cómico favorito-; y Fields se mostró muy entusiasta con Welles cuando en 1.941 estrenó su ópera prima y obra maestra absoluta de la historia del cine "Ciudadano Kane", haciéndose entonces reciproca su admiración que duró hasta la muerte del genial cómico por causa de una cirrosis.
Por aquella época Fields dirigió una de sus mejores películas: "Nick, conserje de banco"; En cuyos créditos en el apartado de guión, W. C. Fields usó un seudónimo: "¡MAJATMA KANE JEEVES!"; en sentido homenaje al primer film de Orson Welles, y al personaje entrañable creado por su gran amigo Woodehouse, el mayordomo Jeeves.
Orson Welles, en su faceta de actor histriónico rinde un sentido homenaje a W. C. Fields, solo tenemos que recordar el obeso, sucio, borracho y ultra corrupto comisario Hank Quinlan de "Touch of Evil", 1.958; con bastón, sombrero de felpa y una gabardina muy larga y muy sucia, como ejemplo más evidente, pero podemos apreciar también la huella de Fields en ése travestismo de music-hall, así como en el alcoholismo del pusilánime dictador de "Macbeth", 1.948; en el ignominioso Falstaff de "Campanadas a Medianoche", 1.965; en la bestial misoginia que despliega el personaje principal de "Mister Arkadin",1.955; y en el vestuario y actitud de gran señorón ridículo de Charles Foster Kane con cuarenta y pico tacos y aires de Don Juan apolillado, tratando de ligar con Susan Alexander, que pretende ser cantante de ópera, -como la amante de Fields-, con el pretexto de entrar en casa de ella para limpiarse su exagerado traje de nuevo rico manchado de barro, en ésa obra maestra admirada por muchos,- y aborrecida también por muchos-, que es "Citizen Kane".
Incluso se parecen físicamente el W. C. Fields que más se recuerda, -ya muy mayor-, y el Orson Welles cincuentón y gordo como un barril de finales de los años 50 y primeros sesenta del Siglo XX; exceptuando, claro está, que Fields tenía una nariz que parecía un prepucio mientras que la de Welles era más bien chata.
Fields escribió su biografía, titulada "Fields for president" que, lamentablemente, está descatalogada. En alguna parte he leído que es un libro muy anárquico.
Una recopilación de Xavier Sans Ezquerra.
7 comentarios:
El universo Aura en eterna expansión... ¡Bienvenido Xavi!
bienvenido, señor!
Ya lo verá, estará usted como en casa!
y por cierto, sólo que queda quitarme el sombrero tras leer esta semblanza!
un saludo
Solo me cabe felicitarla por saber elegir a sus colaboradores. Todos ellos mantienen la calidad y el estilo del blog muy altos.
tengo que buscar un colaborador..tengo que buscar un colaborador...
bienvenido! (ya le comentaré como es debido)
Tengo que leerme su última reseña Fran..
Y para usted Aura un beso y buen fin de semana, la leo y comento con tranquilidad a mi vuelta.
Esto empieza a parecerse a la Gran Família... Bienvenido, maese Xavi.
Por cierto, intersante artículo, aunque he de reconocerle que lo de los homenajes de Welles a Fields me parece un poco cogido por los pelos.
Sea bienvenido el nuevo hombre.
Buena guía para introducirme en el mundo de W.C. Fields, una de mis tantísimas cuentas pendientes.
Saludos!
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