Si les interesan los viajes a mundos imaginados o de lo fantástico les recomiendo mucho el “Viaje de San Brandán”, que se incluye en los llamados “Libros de Maravillas”, extraños peregrinajes de descubrimiento de tierras míticas a medio camino entre la realidad y la fantasía.
La historia de Brandán explica como el abad sintió el deseo de ver con sus propios ojos el Paraíso en el que Adán estuvo antes de que el hombre fuera desheredado y también ver el infierno. Y como otro monje llamado Barinto se le había adelantado y ya había hecho ese recorrido, le instruyó en como podría llegar hasta allí. Brandán, ni corto ni perezoso decidió zarpar de Irlanda para comprobar si las fábulas fantásticas de Barinto eran ciertas.
Los relatos del viaje son una divertida narración del viaje del santo en una pequeña barca durante siete años con un grupo de catorce monjes con los que sortearía continuas dificultades y se encontrarían con personajes maléficos y mensajeros divinos, hasta llegar al Jardín de las Delicias. El relato no deja de tener un sentido moralizante y resulta hilarante leer las continuas reprimendas del abad a sus compañeros sobre su tendencia a comer y beber en exceso, o las apariciones del demonio, que se presenta de vez en cuando para llevarse algún monje al infierno con sus tretas.
La leyenda de las jornadas gloriosas de Brandán se extendió en la Edad Media a través de la versión que hizo el arzobispo Benedeit a partir del manuscrito latino del siglo X. Es un relato iniciático y una versión de la Eneida cristianizada en la que Brandán y sus valientes monjes vivirán continuas aventuras:
-En el Castillo Deshabitado: un lujoso palacio con murallas talladas en cristal y el interior con piedras preciosas engastadas en oro, donde se aparecerá el demonio por la noche a los durmientes para tentar a uno de los monjes convenciéndole para que robe un cáliz del castillo.
-O el paraíso de los pájaros, una isla con bellísimos pájaros cantores que son en realidad ángeles que acompañaron en su caída a Lucifer.
-El episodio del pez-isla gigante es uno de los más conocidos, Brandán y los monjes creen que se encuentran en una isla y celebran la pascua asando un cordero, hasta que el pez gigante empieza a moverse y hace estallar una tormenta.
-También se encuentran con batallas de serpientes marinas, con islas cuyos habitantes son ovejas enormes como ciervos, grifos, dragones…
-En las últimas jornadas consiguen vislumbrar el infierno y sus demonios desde la barca y poco después se encuentran con Judas que les explica las torturas que sufre día y noche en el infierno. La descripción de los castigos a los que es sometido es extensa y no escatima en detalles: explica como da vueltas sin parar en la rueda de tortura, como destrozan su cuerpo en una cama de pinchos, le hacen hervir en pez o le despellejan a lo vivo.
-En la última parte del relato llegan por fin después de muchas penalidades al Paraíso, con jardines inmensos, flores de dulce fragancia, árboles que dan frutos a diario, ríos de leche y miel y montañas de oro y piedras preciosas.
Poco después de su regreso de la Isla y después de relatar sus experiencias a quien quiere oírle (que son muchos), muere Brandán para regresar al cielo del que había vuelto hacía tan poco.
La leyenda de la Isla de Brandán se creía tan cierta que hasta el siglo XVIII siguió representándose en los mapas, y curiosamente durante siglos la Isla ha sido vista por numerosos viajeros que la veían aparecer y desaparecer ante sus ojos.
Una de las últimas veces fue en 1967: la vieron miles de habitantes de la Isla de Hierro en Las Canarias. ¿Les saludaría Brandán?
La historia de Brandán explica como el abad sintió el deseo de ver con sus propios ojos el Paraíso en el que Adán estuvo antes de que el hombre fuera desheredado y también ver el infierno. Y como otro monje llamado Barinto se le había adelantado y ya había hecho ese recorrido, le instruyó en como podría llegar hasta allí. Brandán, ni corto ni perezoso decidió zarpar de Irlanda para comprobar si las fábulas fantásticas de Barinto eran ciertas.
Los relatos del viaje son una divertida narración del viaje del santo en una pequeña barca durante siete años con un grupo de catorce monjes con los que sortearía continuas dificultades y se encontrarían con personajes maléficos y mensajeros divinos, hasta llegar al Jardín de las Delicias. El relato no deja de tener un sentido moralizante y resulta hilarante leer las continuas reprimendas del abad a sus compañeros sobre su tendencia a comer y beber en exceso, o las apariciones del demonio, que se presenta de vez en cuando para llevarse algún monje al infierno con sus tretas.
La leyenda de las jornadas gloriosas de Brandán se extendió en la Edad Media a través de la versión que hizo el arzobispo Benedeit a partir del manuscrito latino del siglo X. Es un relato iniciático y una versión de la Eneida cristianizada en la que Brandán y sus valientes monjes vivirán continuas aventuras:
-En el Castillo Deshabitado: un lujoso palacio con murallas talladas en cristal y el interior con piedras preciosas engastadas en oro, donde se aparecerá el demonio por la noche a los durmientes para tentar a uno de los monjes convenciéndole para que robe un cáliz del castillo.
-O el paraíso de los pájaros, una isla con bellísimos pájaros cantores que son en realidad ángeles que acompañaron en su caída a Lucifer.
-El episodio del pez-isla gigante es uno de los más conocidos, Brandán y los monjes creen que se encuentran en una isla y celebran la pascua asando un cordero, hasta que el pez gigante empieza a moverse y hace estallar una tormenta.
-También se encuentran con batallas de serpientes marinas, con islas cuyos habitantes son ovejas enormes como ciervos, grifos, dragones…
-En las últimas jornadas consiguen vislumbrar el infierno y sus demonios desde la barca y poco después se encuentran con Judas que les explica las torturas que sufre día y noche en el infierno. La descripción de los castigos a los que es sometido es extensa y no escatima en detalles: explica como da vueltas sin parar en la rueda de tortura, como destrozan su cuerpo en una cama de pinchos, le hacen hervir en pez o le despellejan a lo vivo.
-En la última parte del relato llegan por fin después de muchas penalidades al Paraíso, con jardines inmensos, flores de dulce fragancia, árboles que dan frutos a diario, ríos de leche y miel y montañas de oro y piedras preciosas.
Poco después de su regreso de la Isla y después de relatar sus experiencias a quien quiere oírle (que son muchos), muere Brandán para regresar al cielo del que había vuelto hacía tan poco.
La leyenda de la Isla de Brandán se creía tan cierta que hasta el siglo XVIII siguió representándose en los mapas, y curiosamente durante siglos la Isla ha sido vista por numerosos viajeros que la veían aparecer y desaparecer ante sus ojos.
Una de las últimas veces fue en 1967: la vieron miles de habitantes de la Isla de Hierro en Las Canarias. ¿Les saludaría Brandán?
16 comentarios:
Disculpe la duda: ¿cuál es su base/criterio/fuente/modus operandi/... para conseguir unas lecturas tan apetitosas como las que nos presenta en su blog?
¿Un irresistible interés por los hombrecillos extraños?
curiosa asociasión de ideas las mias....me ha venido a la cabeza la película "eric el vikingo"
Eso se presuponía :P El dudeo venía por saber si tiene un punto de referencia de donde usted bebe, o una librería especializada en estos temas, o, simplemente, se trata de una mera cuestión de curiosidad. Se lo pregunto porque a un servidor estos temas le fascinan, y, en muchas ocasiones, no es capaz de encontrar todo lo que le gustaría...
Jajajaja. Pues no conozco de alguna librería especializada señor Higronauta, es pura curiosidad malsana, como le decía.
Un saludo ;)
Me gusta la ilustración. Quién es?
Se llama "St.Brandán,
el Navegante"
y es de James C. Christensen.
Es el episodio del pez-isla.
Secundo los dudeos de Don Higro y sigo totalmente fascinado por lo recóndito de sus maravillosas historias. Me sobrepasa usted, muy mucho, en curiosidad ("biensana", diria yo) apreciada Aura. De todos modos, ¿no ve usted una cierta relación-influencia de su historia con El Barón de Munchausen de Raspe?
Me acabo de acordar de una peli de dibujos llamada Simbad y la leyenda de los 7 mares que es fantástica y está totalmente infravalorada. La escena del pez que has relatado también sale en esa peli. Qué curioso.
El del Barón de Munchausen también es un viaje a lo maravilloso, poblado de seres fantásticos, y un viaje iniciático. En eso tienen puntos en común, XTN.
Y la peli de Simbad la he visto, si no recuerdo mal es de Jean Image, del que ya hablé en el post de "Pluk, el naúfrago del espacio", pienso que sí dr. Benway, pero no estoy segura, lo miraré. Y sí, lo del pez se le copió mucho al santo.
Si un día te animas, Aura, nos vamos juntas a uno de esos viajecitos.
Fantastico es el mundo que me encanta con el que sueño desde niño, no este concretamente me refiero a cualquier mundo fuera de la realidad y aqui me encuentro unos cuantos muy alucinantes y sin necesidad de aditivos puedo viajar alegremente. total. Un beso.
Viajes imaginarios, amores imaginarios (véase blog de Noemí)... Vivimos inmersos en la realidad virtual. Pero es diver.
he leído sobre la isla esquiva de las canarias, no mucho más
Me encantan estos viajes de ácido... digo: fantásticos... jeejeej... :D Q épocas aquellas en las que aún se podía creer en la existencia de islas desconocidas y misteriosas como éstas!
¡Qué buen post!
Se podría nombrar a San Brandan el patrono de los bitacoreros.
De todas formas, en estos viajes se tarda mucho en llegar, y luego el tornaviaje se hace en un santiamén. Un poco misterioso.
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