Llegué a casa. Y tenía que dormir en sábanas nuevas. Busqué un camisón limpio, pero no había, y el revoltijo de ropas bajo la almohada apestaba a sudor y líquidos fértiles. Encontré una camiseta vieja, que había usurpado mi forma con sus narcóticos de naftalina.
Jugué con los mechones de mi cabellera y escondí las uñas sucias bajo la manta. Me sepulté en adormideras girando en los colores del Cristo de Neón de
Cuelgan lámparas que no existieron. Esferas y globos tallados, transparentes, chillando como loros. Descanso. Y ululan los tambores, me entierro bajo avalanchas de pisadas. Un caballo se encabrita y relincha sobre mí.
Distensión. Mis piernas están más redondeadas y en ello me recreo, en la luz dorada, los rastros del bronceado veraniego. Algún vello tímido. Que se ruboriza hasta mis axilas.
Dile que duerma. Que todo va a ir bien. Que me lo voy a llevar. Púrpura. Grana y oro. Despídeme. Pon tu mano en mi nuca. No yo. Tú. Dejemos de mirar.
Porque está dentro. Saldrá de su nido y se mostrará, sin necesidad de verse. Mmm. Lo siento tanto.
Te veo pasado el río.
Joe Berluck - The Erotic Voice of Joe Berluck
7 comentarios:
Su relato me ha provocado una sinestesia cinematográfica deliciosa. Lo leo y veo zooms delicados de cuerpos femeninos, filtros de colores, montaje desordenado, y la canción de Joe Berluck de fondo, claro.
Gracias por este instante de delicioso voyeurismo.
Just like the very first time.
Me he quedado como el pajarillo azul.
"Encontré una camiseta vieja, que había usurpado mi forma con sus narcóticos de naftalina."
Estupendo. Pero el título me ha subyugado. No lo olvidaré, y lo utilizaré para mis fines perversos. Pero siempre desde el homenaje.
¿De dónde salió? Confiese.
Precioso, evocador, inspirador....
Feliz fin de semana Aura.
Delicioso Aura, delicioso.
Dios... es tan bonito que no se me ocurre ningún comentario ingenioso
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