martes, noviembre 08, 2005

Jaulas

“A prayer for the wild at Heart kept in cages
Tennessee Williams


Williams creía que los animales se sienten confortables en su caja, sus jaulas, aquello que en nuestras vidas representa seguridad y comodidad. Lo que decía el dramaturgo era realmente a contracorriente de lo que se consideraba el pensamiento renovador de las ideas culturales en aquel entonces, pongo un dato, 1957 es el año, por ejemplo en que se publica “En el camino” de Jack Kerouac, y son estos mismos años cincuenta, los de mayor producción literaria de Tennesse.
Mientras Kerouac abandonaba su carrera deportiva e iniciaba un periplo caótico por la geografía de Estados Unidos cabalgando en el bop de Charlie Parker, Williams escribía sobre estas cajas, jaulas, aquello que nos hace sentir cómodos, a lo que somos incapaces de renunciar. Y se empeñaba en relatar sobre emociones y pasiones llevadas al extremo, sobre la autodestrucción psíquica, física, sobre el ansia sexual y el desgarro.
La revolución contracultural se estaba fraguando pero algún viejo león miraba con desconfianza la puerta abierta de la jaula, porque los barrotes seguían ahí. La fiera abre un ojo, vuelve a cerrarlo, no saldrá. Por algo las encierran.


*Fotos por Aura

6 comentarios:

ayn dijo...

Lo primero de todo, me encantan tus fotos Aura. Siempre son muy interesantes: ruinas, maniquíes y suelos con tiza. Geniales!

No me gustan las jaulas excepto las que me protegen de mi mismo en estado de ansiedad... Esas de cristal y caramelo en forma de brazos de mujer besando, me gustan al amanecer, cuando dejo de soñar.

...recemos por aquellos que por protegerse del dolor esposaron sus manos a la espalda, cerraron la cremallera de sus labios y guardan su corazón en puertas cerradas...

Kepa dijo...

Instintivamente me ha venido a la cabeza "La gata sobre el tejado de zinc caliente", y todo lo que dices de las pasiones y sentimientos llevados al extremo.

Las fotos son excepcionales

Nicho dijo...

Lo decisivo es quién tiene la llave de la jaula.
Buenas fotos y gracias por tu visita.

Fiodor M. Dostoievski dijo...

Excelentes fotografías.

Estuve mirando tu perfil, me sorprendió que El golem de Meyrink estuviera entre tus libros favoritos. Si tienes MSN, o correo, podríamos charlar un poco.
Saludos.

Anónimo dijo...

Si me permitís, y ya que estamos recordando poemas, aquí os dejo esta delicia de Rilke:

LA PANTERA

Su mirada se ha cansado tanto de observar
esos barrotes ante sí, en desfile incesante,
que nada más podría entrar ya en ella.
Le parece que sólo hay miles de barrotes
y que detrás de ellos ningún mundo existe.

Mientras avanza dibujando una y otra vez
con sus pisadas círculos estrechos,
el movimiento de sus patas hábiles y suaves
va mostrando una rotunda danza,
en torno a un centro en el que sigue alerta
una imponente voluntad.

Sólo a ratos sin ruido se levantan
los cortinajes que ocultaban sus pupilas;
cruza una imagen hacia adentro,
se desliza a través de los rígidos músculos
inmóviles, cae en su corazón y se disuelve.

(Rainer Maria Rilke)

Aura dijo...

Que hermosas poesías.

Yo añado esta carta, es una de las poquísimas cartas de amor que se conservaron de Beethoven, que siempre tuvo fama de huraño y esquivo:

""Tarde del lunes... Tú sufres. ¡Ay! donde yo estoy, también allí estás tú conmigo. Conmigo y contigo haré yo que pueda vivir a tu lado. ¡¡¡Qué vida!!! ¡¡¡Así!!! Sin ti... perseguido por la bondad de algunas personas, que no quiero recibir porque no la merezco. Me duele la humildad del hombre hacia el hombre. Y cuando me considero en conexión con el Universo, ¿qué soy yo y qué es aquél a quien llaman el más grande? Y sin embargo... ahí aparece de nuevo lo divino del hombre. Lloro al pensar que probablemente no recibirás mi primera noticia antes del sábado. Tanto como tú me amas ¡mucho más te amo yo a ti!... ¡Buenas noches! En mi calidad de bañista, debo irme a dormir. ¡Ay, Dios! ¡Tan cerca! ¡Tan lejos! ¿No es nuestro amor una verdadera morada del cielo? ¡Y tan firme como las murallas del cielo!"