Jacob de Gheyn. Melancolía. "La Melancolía, aquella aflicción tan calamitosa de alma y mente, a menudo oprime a los hombres de talento y genio"
¿Cuál es la imagen del artista en el imaginario popular? “Nacidos bajo el signo de Saturno. Genio y temperamento de los artistas desde la Antigüedad hasta la Revolución Francesa” pretende trazar la relación del artista con su entorno desde la época clásica hasta los albores del Arte Contemporáneo, más concretamente la impresión que de los artistas tenía la población a partir de las anécdotas y habladurías que de ellos circulaban.
Sobre el título del libro: Mercurio es el planeta de los hombres de acción, según la tradición antigua, los artesanos, por ejemplo, nacerían bajo su signo. En cambio Saturno es el planeta de los melancólicos y durante el Renacimiento se pensó que los artistas de la época mostraban rasgos del carácter saturnino: contemplación, soledad, creatividad, nostalgia.
Para mostrarnos ejemplos de la tendencia a considerar a los creadores como excéntricos, egocéntricos, caprichosos, en fin saturninos, Rudolf y Margot Wittkower recurren a biografías, diarios de los artistas y documentos varios donde aparecen historias tan estrafalarias como estas:
-Sobre el pintor Giovan Domenico Cappellino (1580-1651), y su obsesión por la limpieza:
Su predilección por la limpieza fue increíble. No quería que ninguno de sus mozos sacudiese su casaca, moviera las sillas o anduviera descuidadamente por la habitación donde estaba pintando, por el miedo de que el polvo que se levantara cayera en su paleta. Cada vez que pedía la caja de pinceles o cualquier otra cosa que estuviera encima de una mesita, después de coger lo que necesitaba, insistía en que se volviera a colocar exactamente en el mismo sitio y dentro del área señalada por el polvo, que acaso hubiera sido levantado por el menor movimiento. Si por necesidad un pescadero o tendero entraba en la casa, tenía mucho cuidado de que no tocase nada, y si por ventura tocaban algo, lo mandaba limpiar inmediatamente de tal manera que parecía que había sido contaminado o infestado.
Esta escrupulosa limpieza suya llegó a tal extremo que no tocaba las monedas que veía sucias o manchadas de tierra, y si lo estaban, mandaba limpiarlas a su mozo. Cuando salía de casa, el que le acompañara tenía que medir sus pasos geométricamente y pisar muy ligero, sin levantar polvo o salpicar barro. Un día, mientras andaba por una determinada calle, vio que un chico, que llevaba una botella de aceite en las manos, había pasado por su lado. Esto le preocupó de tal manera que regresó a casa a toda prisa, se quitó la casaca y temeroso de haberse manchado, no se la volvió a poner. Una vez que su madre se cayó en el barro, se abstuvo durante un tiempo de acercarse a ella, diciendo continuamente que percibía el olor a barro.
-Sobre el escultor y estuquista de Fiésole Silvio Corsini (1495-1547) también aficionado a la nigromancia:
Era sacristán de la Compañía de la Misericordia, que en aquella ciudad acompaña a los condenados a muerte al lugar de ejecución, se le metió en la cabeza el más extraño capricho del mundo. Una noche desenterró el cadáver de uno que habían ahorcado el día anterior y lo disecó por amor al arte. Como era un excéntrico y quizás incluso un nigromante, y una persona que creía en los hechizos y tonterías semejantes, lo desolló por completo, y con la piel curada siguiendo un método que había aprendido, se hizo un justillo que llevó durante un tiempo sobre su camisa sin decirlo a nadie, creyendo que tenía alguna gran virtud. Pero habiéndole reprendido una vez un buen Padre a quien había confesado el hecho, se quitó el justillo y le dio sepultura como el monje le había mandado.
Sobre el título del libro: Mercurio es el planeta de los hombres de acción, según la tradición antigua, los artesanos, por ejemplo, nacerían bajo su signo. En cambio Saturno es el planeta de los melancólicos y durante el Renacimiento se pensó que los artistas de la época mostraban rasgos del carácter saturnino: contemplación, soledad, creatividad, nostalgia.
Para mostrarnos ejemplos de la tendencia a considerar a los creadores como excéntricos, egocéntricos, caprichosos, en fin saturninos, Rudolf y Margot Wittkower recurren a biografías, diarios de los artistas y documentos varios donde aparecen historias tan estrafalarias como estas:
-Sobre el pintor Giovan Domenico Cappellino (1580-1651), y su obsesión por la limpieza:
Su predilección por la limpieza fue increíble. No quería que ninguno de sus mozos sacudiese su casaca, moviera las sillas o anduviera descuidadamente por la habitación donde estaba pintando, por el miedo de que el polvo que se levantara cayera en su paleta. Cada vez que pedía la caja de pinceles o cualquier otra cosa que estuviera encima de una mesita, después de coger lo que necesitaba, insistía en que se volviera a colocar exactamente en el mismo sitio y dentro del área señalada por el polvo, que acaso hubiera sido levantado por el menor movimiento. Si por necesidad un pescadero o tendero entraba en la casa, tenía mucho cuidado de que no tocase nada, y si por ventura tocaban algo, lo mandaba limpiar inmediatamente de tal manera que parecía que había sido contaminado o infestado.
Esta escrupulosa limpieza suya llegó a tal extremo que no tocaba las monedas que veía sucias o manchadas de tierra, y si lo estaban, mandaba limpiarlas a su mozo. Cuando salía de casa, el que le acompañara tenía que medir sus pasos geométricamente y pisar muy ligero, sin levantar polvo o salpicar barro. Un día, mientras andaba por una determinada calle, vio que un chico, que llevaba una botella de aceite en las manos, había pasado por su lado. Esto le preocupó de tal manera que regresó a casa a toda prisa, se quitó la casaca y temeroso de haberse manchado, no se la volvió a poner. Una vez que su madre se cayó en el barro, se abstuvo durante un tiempo de acercarse a ella, diciendo continuamente que percibía el olor a barro.
-Sobre el escultor y estuquista de Fiésole Silvio Corsini (1495-1547) también aficionado a la nigromancia:
Era sacristán de la Compañía de la Misericordia, que en aquella ciudad acompaña a los condenados a muerte al lugar de ejecución, se le metió en la cabeza el más extraño capricho del mundo. Una noche desenterró el cadáver de uno que habían ahorcado el día anterior y lo disecó por amor al arte. Como era un excéntrico y quizás incluso un nigromante, y una persona que creía en los hechizos y tonterías semejantes, lo desolló por completo, y con la piel curada siguiendo un método que había aprendido, se hizo un justillo que llevó durante un tiempo sobre su camisa sin decirlo a nadie, creyendo que tenía alguna gran virtud. Pero habiéndole reprendido una vez un buen Padre a quien había confesado el hecho, se quitó el justillo y le dio sepultura como el monje le había mandado.
11 comentarios:
Señorita Aura, ¿tiene usted genio saturnino?
Pues yo nací bajo el signo de Marte, y por lo que dice aquí:
"El planeta rojo recibió el nombre del dios guerrero Marte; la guerra, el pillaje, el estupro y la miseria eran su dominio y aquellos que nacían bajo su signo estaban predestinados a ser soldados y asesinos"
Sí, genio hay, pero de otro tipo parece.
Uy, uno de mis libros favoritos durante la carrera, si conserva un ejemplar, guardelo como paño en oro porque se dejó de editar y se revalorará (se lo dice una bibliotecaria, jeje)
Tiene buena pinta el libro, menuda pandilla de neuróticos estos artistas! Me ha hecho gracia especialmente esta parte de la última historia:
"Pero habiéndole reprendido una vez un buen Padre a quien había confesado el hecho, se quitó el justillo y le dio sepultura como el monje le había mandado."
Ah, vale, entonces el tío se redimió, jeje. Me imagino a ese buen Padre diciéndole: "Hijo mío, ¿cómo se te ha ocurrido algo así?".
¡Corra a leer el tratado de magia planetaria "De Occulta Philosophia" escrito circa 1510 por el alquimista alemán Cornelio Agrippa!
Había un criminal famoso que se hacía vestidos con la piel de sus víctimas, sería otro maniático, seguro, auque Silvio Corsini era más prudente: dejaba que otros matarán y luego el se encargaba de desollar...
Subir siempre sólo en el ascensor, me parece una buena manía.
Saludos.
Un Ed Gein renacentista cualquiera.
Mi recomendación: La Cultura del Renacimiento en Italia de Jacob Burckhardt. Vale por toda la vida literaria de esos historiadores (¿o más bien "histeriadores"?) dedicados a la Guerra Civil.
Los nacidos bajo el signo de marte en realidad sentimos repugnancia por el pillaje, el estupro y la miseria; ser guerrero (que no soldado, ni militar) es otra cosa... Además, puestos a rendir cuentas al dios de la guerra,éste habrá de exigirnos siempre victorias obtenidas limpia y noblemente. MARS AUDACES IUVAT.
Un beso desde el intenso calor.
Deja de darme envidia desde la playa o acabaré más loca de lo que ya estoy.
Otro beso.
Mistérica said:
¿Cómo discernir, diferenciar hasta que punto la melancolía está relacionada con los astros o es producto de nuestra mente?
Publicar un comentario