Hace poco les hacía una reseña de “Morgiana”, del fantástico director checo Juraj Herz comentándoles que en breve citaría otra de sus películas más conocidas, “The Cremator” (o Spalovac Mrtvol) de 1968. Pero no me apetecía hacerles la reseña habitual de la película, sino utilizarla para encaminarme a otras sensaciones y pensamientos que me envolvieron al visualizar el film, en concreto su preámbulo.
Verán, antes de que aparezcan los créditos iniciales, hay una secuencia que funciona como preludio u obertura de la cinta, pero que además es una reflexión sobre toda la película y sobre el peligro en general de encerrar los instintos. De la represión.
Al igual que en “Cat People” (cualquiera de las dos), que exploran también el terreno de las pasiones internas, vemos a alguien que observa el movimiento de los felinos tras unas rejas, en las jaulas del zoológico. Lo que sucede en “The Cremator” es que el plano es subjetivo, y el que mira es el espectador, aunque también el protagonista Kopfrkingl (Rudolf Hrusínský), personaje tiránico que acaba teniendo delirios de grandeza y convirtiéndose en un dictador familiar.
Este es el principio de “The Cremator”. Blanco y negro contrastado. Mucha luz. Las manchas del leopardo paseándose tras la jaula. Me fascinan los movimientos medidos, la tensión acumulada en sus patas traseras, la calma de la espera interminable.
Pienso en qué obtiene el hombre de contemplar al animal salvaje encerrado. Quizás deleitarse con la autoconciencia de su propia cautividad simulando que posee y domina la libertad de los otros. La felicidad del poder. La ilusión de tener bajo control los instintos.
Yo amo a las bestias y es justo dejar que devoren. Es el curso natural de las cosas.
Subyugada por la belleza de las manchas felinas reflexiono sobre mis jaulas, las que yo misma me impongo, y también aquellas que nos propone la sociedad, que podemos aceptar o no, pero siendo conscientes.
Uno de los mayores miedos del hombre es abrir la puerta. Pero los locos, los locos no ven en esa puerta sino transparencia. No hay que abrirla, hay que atravesarla...
Kopfrkingl dice en ese inicio de “The Cremator”: “Las jaulas son para criaturas mudas”. Pero sus ojos, en primerísimo plano, y los de su mujer, tienen jaulas. Justo inmediatamente después se pone a hablar de la modesta economía familiar. “Somos una familia bendita y adorable”, dice, aunque él mismo vaya a querer asesinarlos más tarde...
No les cuento más, si el trailer no les convence de verla, mis palabras seguro que no lo lograrán. No se pierdan las imágenes, de verdad. Son bellísimas.
8 comentarios:
Que curioso, recuerdo que vi una de las pelis que recomedo usted el anyo pasado, La bete de Walerian Borowczyk. Al principio hay una escena con caballos, seguro que la recuerda porque es dificil de olvidar y tuve la misma sensacion que describe aqui.
El trailer es estupendo. Alguien esta obsesionado con la simetria...
Otra maravilla que habrá que ver. La imagen del trailer con esa habitación llena de fetos deformes embotellados no podría ser más bella.
Una presentación de la escena impecable y hermosa.
Me encanta este blog, en serio, de momento ya he conocido dos buenas películas tras leer sobre ellas aquí. Desgraciadamente The Cremator no la encuentro en castellano así que seguiré esperando nuevas recomendaciones.
Por cierto, hace poco leí por ahí sobre el diálogo homosexual "disimulado" de Ben Hur que mencionaste en otra ocasión y la verdad no me extraña nada. Al parecer el escritor Gore Vidal, conocido por tratar el tema homosexual en muchas de sus obras, estuvo detrás de aquel famoso dialogo.
Saludos
Siempre me descubres cosas nuevas, Aura. Gracias.
Un abrazo.
Todavía no he visto nada de Juraj Herz, aunque ahora mismo es de los cineastas que más me apetece descubrir junto con Tarkovski, aunque la temática de sus películas y su cine sean muy distintas. y es que hay tanto cine por descubrir...
No conocía tu página y me ha encantado, muchas gracias por tus comentarios en mi blog, me he tomado la libertad de linkarte, y es que, de verdad, me ha encantado, definiría tu blog como exquisito!!
¡¡Saludos!!
Pues acabo de ver esta película y puedo decir que técnicamente es una pasada, magistral, magnífica, la fotografía y el montaje son de lo mejor que he visto en mi vida, eso seguro. El problema es que es tremendamente aburrida y tremendamente confusa y complicada, en definitiva, no me he enterado absolutamente de nada. Para mi solo vale la pena para gente que estudia cine y quiere saber como se monta una película, poco más, todo lo demás, pues o eres muy inteligente e intuitivo o no aguantas ni diez minutos. Yo he aguantado 70 minutos, no he podido más, estaba aburriendome tanto que para no pillar manía a la película la he tenido que quitar, que sopor por favor. Por suerte me encanta el cine y a veces miro películas tan solo por su calidad técnica, de ahí que hay aguantado esos 70 minutos, bostezando, moviéndome de un lado para otro, pero me los he tragado.
La verdad es que me he leido comentarios en varios sitios y no me explico como puede la gente verle todas esas cosas. Yo a veces analizo películas raras en mi blog, pero es que esto no es que sea raro, es que para mi cerebro es demasiado, me sentía una persona corta viéndola, y eso es algo que me da mucha rabia.
Nada, a ver si dentro de unos años le doy una oprtunidad, quizás haya adquirido suficientes conocimientos para enfrentarme a ella...
Saludos,:)
En primer lugar...¡un saludo!
Su compañero le Kinky es el que me ha arrastrado a este rincón de exquisitas delicatessen de lo macabro (y mucho más).
Bellas imágenes aunque como comenta iveldie puede que sea excesivo el "videado" de toda la película. En cualquier caso habrá que hacer la prueba jejeje...
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