Vuelve una de mis secciones favoritas, la de los síndromes extraños o poco habituales. Hoy, con el síndrome Klüver-Bucy:
Se trata de un desorden de comportamiento en el quien lo padece se lleva continuamente objetos a la boca (lo que se llama hiperoralidad) y su conducta sexual se ve alterada adquiriendo un comportamiento poco común: aumenta la actividad autoerótica (pueden tocarse o lamerse en público o intentar practicar sexo con objetos inanimados), aparece la tendencia a tener impulsos sexuales incontrolados, escogiendo de forma aleatoria el sujeto… También produce en el individuo un interés hacia cualquier estímulo visual, provocando una propensión a tocar todo tipo de objetos sin distinguir entre los que pueden ser peligrosos o no.
La causa es una atrofia en los lóbulos temporales del cerebro. El síndrome toma el nombre de Heinrich Klüver y Paul Bucy que extrajeron los lóbulos temporales a varios monos para determinar la función de esta parte del cerebro. Los monos desarrollaron agnosia visual (incapacidad de reconocer los objetos visualmente), cambios emocionales y el comportamiento sexual alterado que he descrito arriba.
Al parecer es un síndrome bastante poco frecuente…
Anomalías anteriores:
Fish Odour Syndrome
El Síndrome del Acento Extranjero
El Síndrome Capgras
El Síndrome Dr. Strangelove
¿Are you dead? El Síndrome de Jules Cotard
20 comentarios:
En los animales en los que más se ha probado este síndrome es en ratas. Yo he visto videos de ratas lobotomizadas para conseguir dichos efectos y es bastante curioso: gang bangs, filas indias, bestialismo (con otras espècies) y conducta sexual hacia los bebederos, los platos de comida, etc.
Y otro punto interesante. A partir de ese momento comen cualquier cosa.
Vamos, que es el síndrome más hedonista de todos.
Vive le Klüver-Bucy!!!
Pues a mí no me gustaría nada nada padecerlo. Que engorro sentirse atraída hacia una papelera o un buzón... :)
Sobre autoerotismo, se puede leer algo muy interesante aquí: (bajen por la página hasta que lo vean):
http://www.arcadi.espasa.com/000373.html
Que pedazo de tetones tiene ese semaforo, voy a tirarmelo... creo que yo tengo atrofiados los lobulos esos jejejejeje.
No, ahora en serio, debe ser una enfermedad muy chunga.
Saludos.
Yo estoy aún en la primera fase, la de llevarse objetos a la boca, pero ya tengo ganas de pasar a la fase siguiente.
Por cierto, eso de usar monos para experimentos atenta contra los derechos humanos.
las pruebas con monos empezaron a hacerse al decidir, tras muchísimos años de práctica, que hacerlo con cerebros de asesinos convictos y voluntarios necesitados de dinero quedaba muy feo.
Cuando empezaron a haber cargos de conciencia al experimentar con animalitos, se empezó a experimentar con cosas nuevas: ahora lo más guay es aplicar anestesicos directo al tejido cerebral...
Te salen unos videos cómicos tán divertidos...
Yo me muerdo las uñas, deberia estar preocupada?
Have a nice weekend!
No se preocupe querida, yo me como los bolis.
Cuídese mucho.
Yo también me muerdo las uñas, pero no creo que tenga ningún transtorno sexual, simplemente es por aburrimiento. Aunque este transtorno tiene algo de sensual, puede llegar a ser un poco cansino, ¿no?.
Un abrazo.
no sé ustedes, pero a mi me resulta muy difícil tirarme un buzón mientras me muerdo las uñas, aunque reconozco que cuesta mucho resistirse: cuando el morbo es fuerte....
Recuerdo un spot de Cronista, en Cha-Cha-Cha:
JOVEN SE DESNUCA INTENTANDO AUTOCHUPARSE
***
Le enviaré ahora mismo un correo.
Confieso: entre comerme los dedos y hacer posts para el blog me quedan sólo muñones. Ahora escribo con unas prótesis que saben riquísimas con sal.
Lo científico a veces sólo está a un paso de lo soez.
En serio, las conductas sexuales patológicas son un serio problema en la naturaleza: el comportamiento sexual es una de las primeras barreras de especiación y sin ella la evolución no progresaría.
Y Lo-li-ta chupa que chupa. ¡Aquí no hay quien pare!
Éste debió afectar a Jeena Jameson, sin duda.
Cuán poco nos enseño el maestro López-Ibor sobre estas patologías. Menos mal que está usted para solventar tan craso error.
Por cierto, la sucustrupación obsesiva ¿podría englobarse dentro de este síndrome??
Yo nunca puedo dejar de tener un objeto entre mis dedos. Saludos.
Esacalofriante. Como para eescuchar y/o decir: no se lo deseo ni a mi más terrible enemigo.
Este terrible síndrome queda plasmado irónicamente (los protagonistas experimentan un incontenible deseo sexual lamiendo los sofás forrados de skay) en la fantástica Pink Flamingos del maestro John Waters. No se la pierda
Hey, me he leido varios post que me han salido en una sola página de tu blog, y no he podido despegarme del monitor, la verdad es que todo parece ser por igual interesante!!! Voy a visitarte con frecuencia.
Salu2.
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