martes, diciembre 20, 2005

En Memoria

Muy triste, dedico mi post de hoy a uno de los más grandes que nos ha dejado, el doctor Iglesias Puga, “Papuchi”. Caballero de vida insigne, propia de un Emperador, incluso en sus últimos años. Siempre encantador y divertidísimo en sus enfrentamientos con las hordas de bárbaros que se abalanzaban sobre su faz con micrófono verde en mano. Siempre vencedor en estos lances, con su afamada retórica y gentil compostura.

Este es un fragmento magistral de su autobiografía “Voluntad de Hierro” que se publicó en el 2004.

Era un hombre divertido y me sobraban las mujeres, las tenía a punta pala. En el club Fontoria era uno de los galanes más cotizados, un chico puntero, muy bien vestido, con una excelente forma física porque practicaba muchos deportes. Si a esto le añadimos que tenía un Mercedes y un chófer, las volvía rematadamente locas.
La verdad es que, desde joven, siempre tuve éxito con las mujeres y no influyó, como muchos pueden pensar, el hecho de que yo fuera un prestigioso ginecólogo. Es cierto que venían muchas chicas preciosas a la consulta y que trabajaba al lado de enfermeras guapísimas, pero jamás mantuve una relación sentimental con ellas. Me considero un hombre discreto.
Desde que empecé a serle infiel a mi mujer, solía hacerlo fuera de Madrid, a escondidas y sin escándalos. Me resultó fácil hasta que mi hijo Julio comenzó a hacerse famoso y yo con él. Si alguien me veía acompañado solía murmurar: “Por ahí va el padre de Julio Iglesias con una chavala”. (...)
Por eso solicité el divorcio porque, una vez divorciado, podría tener las novias que quisiera y mi familia no me acusaría de haber abandonado a mi primera esposa por otras ni tampoco de tener una imagen frívola. Además, estaban mis hijos, que eran y son sagrado, a los que siempre he querido y por los que me he sujetado y sacrificado. Cómo iba a salir en la prensa con mi novia sin haberme divorciado. Sería un caradura, un fresco, un adúltero. (...)

Doctor Iglesias, tantas veces que le he tenido de avatar en el Messenger (precisamente esta foto de abajo), como le voy a echar de menos. Me desvelo entre esas mujeres que le adoraban.

12 comentarios:

Pussy Galore dijo...

Qué sabias palabras las de papuchi, a mi lo que me sabe peor es que estaba a punto de ser padre, padre con 90, que desgracia más grande!

Anónimo dijo...

A mí el que siempre me ha parecido el colmo de la virilidad (sobre todo cuando tenía mas pelo) es el hijo, Julio.

De todos modos, nadie como mi Sean Connery. Anoche preparé un post por cierto sobre él.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Le caía bien a todo el mundo. Le tendrían que haber dado una prórroga al pobre... Descanse en paz.

V dijo...

Siempre me sorprendes. Brindemos por el Doctor

alZhu dijo...

No lo esperaba... tu post, digo. Pero me uno.

Enric Draven dijo...

Da rabia ver desaparecer un personaje entrañable, más ahun cuando es de los pocos q se salvan de una "jet set" cada vez mas decadente...


saludos y besos


Enric

Scarlett dijo...

Era adorable...

Nicho dijo...

Por lo que dice, hacía y dehacía con y sin divorcio, pero manteniendo simpre la compostura.

Anónimo dijo...

Unos que nacen otros moriran
Unos que rien otros lloran
Agua sin cauce rio sin mar
Penas y glorias, guerras y paz

Siempre hay porque vivir
Porque luchar
Siempre hay por quien sufrir
Y a quien amar

Al final las obras quedan
Las gentes se van
Otros que vienen las continuaran
La vida sigue igual

Unknown dijo...

Estaba plenamente en lo cierto y D:E.P. E.

Anónimo dijo...

jejejej, este hombre era la bomba!!!! anda que no me reía yo ni nada!!! un vividor que supo vivir a tope hasta el final.
rrrrarrrooo rrraaaarrrroo rrraaaarrrooo


jajajajajaj

Ticha789 dijo...

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