miércoles, mayo 17, 2006

Relatos de lo Inesperado

Desde tiempos inmemoriales, y si el cansancio me lo permite, antes de dormir leo un fragmento de algún cuento de Roald Dahl. Tienen el maravilloso don de hacerme los sueños mucho más placenteros.

Aunque estaba algo estancada en su universo infantil, con “Relatos de lo Inesperado” he dado el salto a su mundo adulto, con esas historias sádicas y retorcidas llenas de trampas.

Y veo que no soy la única fan de este recién descubierto volumen de Dahl, que tiene muchos amigos. Alfred Hitchcock adaptó para la TV muchos de sus relatos, incluyendo el famoso “Cordero Asado” en el que una esposa despechada asesina a su marido con una pata de cordero que después sirve con sangre fría a los policias colegas del difunto asada con patatas.

Los dieciséis relatos comparten un sutil humor negro y un gusto por lo macabro bastante divertido. La mayoría se centran en las relaciones de pareja, matrimonios mal avenidos en los que uno de los conyuges suele ejercer de torturador psicológico (si tienen problemas de pareja estos crímenes pueden hacerles sublimar algún que otro impulso violento). Uno de mis favoritos es “Edward el Conquistador” que tiene como protagonista a un gato que podría ser la reencarnación de Franz List, aunque el pobre felino melómano acaba quemado en el jardín por el marido, harto de que su esposa tarde en hacer la cena y sólo toque el piano para el gato.

En los 70 se adaptaron para la pequeña pantalla en una serie británica presentada por el propio Dahl que aparecía con talante bonachón en un sofá junto al fuego, presentando estas encantadoras historias con final sorpresa. He conseguido algunos episodios y los estoy viendo estos días encontrandome con alguna celebridad incluida en el cast: Joseph Cotten, Joan Collins, Susan George, etc.

Una delicia.

Para acabar les dejo este fragmento de una de las historias más adaptadas del libro, “Hombre del Sur”, que Hitchcock filmó en su “Alfred Hitchcock presenta” y Tarantino homenajeó en “Four Rooms”:

-¡Oiga, oiga, espere un momento! –El chico se recostó en la hamaca y sonrió-. No puedo consentir que apueste eso, es una locura.

-No es una locura. Usted enciende su mechero y el Cadillac es suyo. Le gustaría tener un Cadillac, ¿verdad?

-Claro que me gustaría tener un Cadillac. –El cadete seguía sonriendo.

-De acuerdo, yo apuesto mi Cadillac.

-¿Y qué apuesto yo? –preguntó el americano.

El hombrecillo quitó cuidadosamente la vitola del cigarro todavía sin encender.

-Yo no le pido, amigo mío, que apueste algo que esté fuera de sus posibilidades, ¿Comprende?

-Entonces, ¿qué puedo apostar?

-Se lo voy a poner fácil. ¿De acuerdo?

-De acuerdo, pongamelo fácil.

-Tiene que ser algo de lo cual usted pueda desprenderse y que en caso de perderlo no sea motivo de mucha molestia. ¿Le parece bien?

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, el dedo meñique de su mano izquierda.

-¿Mi qué? –dejó de reír el muchacho.

-Sí. ¿Por qué no? Si gana se queda con mi coche. Si pierde, me quedo con su dedo.

-No le comprendo. ¿Qué quiere decir quedarse con mi dedo?

-Se lo corto.

-¡Rayos y truenos! ¡Eso es una locura! Apuesto un dólar.

16 comentarios:

Markitos dijo...

Me lo apunto, y ya te contaré, aunque tengo todavía un par de libros en la reserva.

Fernando Siles dijo...

Soy un gran fan de Roald Dahl: de sus libros infantiles (Superzorro rules!!!), de sus autobiografías y también de sus historias de misterio... lo que no sabía es que hubiera una serie de televisión que el mismo presentaba!!!!!

Ahora mismo me pongo a buscarla!!!

Saludos.

Pussy Galore dijo...

Quién no ha jugado a lo del mecherito alguna vez? yo lo utilizaba siempre para apostar lo que sea :) Pero tenia que ser un Zippo, cualquier otro no vale.

Nicho dijo...

Pertenece a la estirpe de los literatos puros, seres maravillosos llenos de imaginación, gracia, intriga... y eso que decía Borges de Wilde: encanto.
Un saludo, Aura y gracias de nuevo.

c dijo...

Este libro está en mi abultada pila de "pendientes" pero creo que de esta noche ya no pasa. :-) Ah, y lo del mechero es ya un clásico. Lo peor es que yo nunca gano el Cadillac...

Anónimo dijo...

Yo también he hecho lo del mechero (claro, no estaba en juego un dedo, con lo que no sé si cuenta...)

Aura dijo...

Tienes que perder un par de dedos para que empiece a contar :)

Anónimo dijo...

Hace años ví una peli, que se llamaba algo así como "pimientos verdes" (es en serio, no sé si alguien más la vió)... malísima, norteamericana. Me impresionó mucho que un grupo de mujeres matan al esposo de una y hacen una comida para todo el pueblo con la carne del tipo. Por cierto, les quedó deliciosa, comentaban todos.

Illuminatus dijo...

Las historias de Alfred Hitchcock presenta me parece que siempre han tenido mucho mérito al generar no horror pero si desasosiego. Es el arte de mostrar la monstruosidad que se esconde debajo de la piel humana.

The Big Kahuna dijo...

Yo también recuerdo estos cuentos con una extraña mezcla de ternura y angustia. Aquel de la señora obsesionada con que va a perder el avión, o el de la adúltera que empeña el abrigo de su amante... No recuerdo ni los títulos, pero Dahl sin duda es un maestro de la narración corta.

Anónimo dijo...

Mr. dahl es sin duda uno de mis favoritos. Sus cuentos son extraordinarios, llenos de una ironía malévola que nos arranca la sonrisa demoníaca que todos llevamos en los labios...

Anónimo dijo...

Dahl, uno de mis favoritos en los relatos cortos, cuentos infantiles, articulos...

Un par de curiosidades tontas: (es lo unico que puedo aportar, los elogios a estas alturas sobran)

Es el creador de los gremlins, como concepto y Carne Asada aparece en imdb como referencia apocrifa para Que hecho yo para merecer esto? de Almodovar.

Horrorscope dijo...

No sabía yo que lo había escrito Dahl, sin duda mediante ello Tarantino logró el mejor corto de "Four Rooms".

kuroi yume dijo...

Noemi, la película se llamaba "Tomates Verdes Fritos" y fue un bombazo (de dudosa moralidad, ya que intentaba manipularte de una forma que a mi, personalmente, no me gusta)

Hace muchísimos años que no leo un cuento de Dahl, pero es una afición que debo recuperar, cierto.

tierragramas dijo...

un fragmento exquisito!


Al menos no apostó su alma.

Genial el relato

J.Álvarez dijo...

Leí hace un año aproximadamente el libro de Roald Dahl "Relatos de lo Inesperado", y me gustó muchísimo. Sorpresa tras sorpresa. M gustó ver lo mucho q cambia en el original la historia del dedo y el mechero. ;D