viernes, marzo 07, 2008

UN PAISAJE MUY RECARGADO.

La Mansión de los Muertos Demoníacos
Posted by Xavi Sans
Xavi Sans

Entre Santa Cristina d´Aro y Sant Antoni de Calonge se encuentra Torre Valentina, esto pertenece a la provincia de Gerona; para mí es un estado mental, un lugar mítico e idílico. Éste no es un subterfugio de la memoria, el lugar que voy a describir provoca en mi cierta inquietud mas allá del puro deleite arquitectónico románico y de la ambientación recargada y ostentosa de lo que representa un mero capricho de nuevos ricos. Son modernismos y contrastes entre lo viejo y lo nuevo que me hacen pensar en Dalí; podemos observar como la naturaleza hostil en desacuerdo con la obra construida por el hombre para su disfrute, la va erosionando lentamente.

Desde el periplo a pié hasta el Camí de Ronda vemos la espléndida y azul playa, -soberbia en los días claros-, con sus calas. Durante la guerra civil se construyeron en esas rocas feos búnkers.

Bunkers en las Rocas

Si tomamos el Camí de Ronda un buen trecho de camino abrupto nos lleva a las calas, el trayecto está lleno de cuestas sin alisar, con muchos pedruscos y raíces de pinos, y con un inmenso precipicio con tramos muy peligrosos por estrechos.

El difícil camino se intentó vallar hace muchos años con una gran baranda de madera, pero la madera de la obsoleta estructura se pudrió, así que mas recientemente se trató de apuntalar las vallas con postes metálicos y con cable alambrado. Un efecto muy inarmónico con el paisaje natural. Incluso los sueños son imperfectos.

Llegamos al primer punto de interés: La encrucijada de caminos. Hay un camino para continuar el camino, otro para salir de él, otro para acceder a la primera cala, otro para acceder a los hoteles y a los apartamentos de lujo de la montaña superior, y un quinto camino para visitar el castillo románico situado en el plano superior.

Pero yo deseo seguir andando por el Camino de Ronda. El siguiente punto de interés es un puente-túnel de madera y piedra. Si cruzas por el quedas cubierto por las motas de polvo que flotan en el aire. Desde allí se puede contemplar la privilegiada terraza de estilo románico propiedad de un millonario.

Puente y Villa Romanos en el Camí de Ronda de Torre Valentina

El tercer punto de interés es un estrecho caminito con tres peldaños de escalera de ladrillos al iniciar el trayecto con otros tres al final del mismo. Contornos angulosos, oblicuos, de volumen irregular, largos y estrechos, escalones gastados,-algo malsanos-; El arquitecto puso también ahí unos incómodos bancos de piedra para sentarse, no hay un efecto plástico cuando lo ornamental deriva hacia la búsqueda del confort. Muere lo natural. Unos escalones o una cuesta empinada lo mismo impiden al viajero evolucionar por estos tramos con naturalidad como permiten un dinamismo desencajado que se desarrolla por un instinto de supervivencia ante un medio hostil. El castillo de Torre Valentina, que se alza majestuoso sobre mí como si se tratara del castillo en las nubes del cuento infantil "Juan y las habichuelas mágicas", parece contemplarme con desdén.

Hay que caminar muy pegado al muro de piedra, asimismo, hay que esquivar los árboles que entorpecen el trayecto atravesando el muro de piedra y creciendo caprichosamente en horizontal, comprimidos, ahogados, impidiendo a los cuerpos humanos que traten de acceder por allí desarrollar naturalmente su andadura, obligándoles a inclinarse, a curvarse bruscamente, a desempeñar gestos entrecortados que dibujan curvas o diagonales extravagantes. Ésos árboles que salen de los muros de piedra son como esqueletos saliendo de sus tumbas.

Final de trayecto y un cuarto punto que despierta mi interés: Una cala solitaria, gran superficie de roca plana con una gran pendiente hacia abajo, muy empinada y que desemboca en el mar cruzada por unos grandes raíles, -utilizados para botar los yates de los millonarios-. Durante los años treinta del siglo XX muchos V.I.P.´s británicos se instalaron permanentemente en esta zona buscando quizá una réplica soleada a las costas de Cornuailles y Saint Maló.

En un gran acuario seres humanos nadan como si fueran delfines y sirenas, me observan divertidos. Son millonarios sumergiéndose en la piscina de un suntuoso y exclusivo hotel, buceando hasta un inmenso ventanal de cristal abierto en medio de un muro de piedra románico.

Nuevamente una imagen naturalista con la suficiente fuerte presencia de mar Mediterráneo se ve entorpecida por la excentricidad y la ociosidad de unos privilegiados que depredando inconscientemente el hábitat natural, han construido monstruosidades superfluas, poniendo vados para evitar que las personas sencillas disfruten de la naturaleza salvaje centrando toda la atención en los paraísos artificiales.

Al lado de este desvarío de ricos está la entrada sellada de una oscura y lúgubre mazmorra romana.

La Villa de la Abuelita Asesina

A tan solo unos pocos metros de este sacrilegio, otro capricho mundano se puede observar con estupor. Otro multimillonario, -esta vez alemán pero igual de excéntrico-, se hizo construir allá por los años cincuenta del pasado siglo, una inmensa propiedad mas inclinada que la Torre de Pisa sobre una colina pronunciadísima. Se trata de una torre blanca con grandes cristaleras propia de la era aerodinámica en la que fue diseñada y concebida, con un ridículo espantajo de porcelana, de un metro sesenta y ocho de alto, con la forma de una señora anciana al que le han colocado una ridícula pañoleta negra de seda en la cabeza, situado frente a la ventana principal, con el objeto de engañar a ladrones muy crédulos.

Xavier Sans Ezquerra, 2.008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué textos más bonito. Como geografo, estas descripciones me encantan: es un gran trabajo de geografia humanista. Tambien me trae buenos recuerdos, ya que pase algunos veranos de mi infancia (y algun que otro sabado de invierno) en el cercano municipio de Begur. Podiamos hacer una excursión y rematarla con una cantada d'havaneres y un bon cremat de rom! ;)

losfeld dijo...

What a nice place! Congratulations and sorry for only speaking french and english! Cheers from Paris!