lunes, marzo 13, 2006

Lucio Fulci. Una Lucertola con la Pelle di Donna.

Hoy desde Bizácoras rendimos un pequeño homenaje a Lucio Fulci en el décimo aniversario de su muerte. Esté donde esté, a unos cuantos metros bajo tierra y seguro que rodeado de simpáticos cadáveres ¡espero que nos oiga!
Les dejo mi contribución con Lagartijas, una misteriosa mujer con abrigo de visón, extrañas pesadillas y la sangre derramada de un crimen sin aclarar:

“Il vizio é una gabbia col chiavistello dal di dentro… sismo noi che vogliamo restarci rinchiusi per forza”

Con un título coincidente con el maestro Argento en señalar a un animal (el “Pájaro de las Plumas de Cristal”, el “Gato de las nueve Colas”, “Cuatro Moscas…”) como símbolo y clave de la trama del giallo, “Una Lagartija con Piel de Mujer” narra la historia de la hija de un político inglés, Carol Hammond (Florinda Bolkan) y de la espiral de locura y deseos insatisfechos en la que se ve atrapada en forma de mensajes enviados desde el mundo de los sueños..
Los primeros veinte minutos del film son una maravilla de virtuosismo técnico en los que se incluyen algunas secuencias oníricas de increíble belleza. Carol sufre una pesadilla en la que seduce y mata a su vecina Julia Durer (Anita Strindberg). Cuando le explica el sueño a su psiquiatra el Dr. Kerr (George Rigaud) este le da una explicación totalmente racional al suceso: Carol se siente a la vez atraída y rechazada por el modo de vida hedonista de Julia.
Pero cuando Julia es encontrada muerta con el abrecartas y el abrigo de la protagonista en la escena del crimen exactamente tal y como lo vio Carol en su sueño, la investigación se introduce en el terreno de las dobles vidas, los excesos, la infidelidad y el subconsciente psicológico.

El erotismo de una pesadilla que nos subyuga, y la extraña mención de esa “Lagartija” de Fulci son la premisa del viaje al lado oscuro de la psique.
Retomando el título, aunque no quiero dejarles al descubierto la identidad del asesino, sí quería comentar un par de conceptos. Como mencionaba antes, el reptil aparece como símbolo de una de las máscaras de la historia, como pista y a la vez como trampa. Es representativo de la lagartija su carácter de regeneración: al cortarle uno de sus miembros no sólo no muere sino que puede volver a crecerle. En ese sentido, el crimen inicial a Julia, no sólo aparece como inexplicable, sino que involucra a toda una serie de personajes de realidades alternativas, que lejos de resolver el argumento crecen y se hacen autónomos del cuerpo central. El asesinato se reproduce, se mutila, y degenera en otros actos sangrientos, mientras el homicida se camufla con la “piel” que más se adapta al entorno. Fulci hace especial hincapié en el acto del vestido, y no es casual que el abrigo de pieles de Carol sea protagonista desde el inicio. De nuevo, otra pista.
Que el film es un descenso al subconsciente y un laberinto de locura y represión ya lo esbocé antes. Para ello Fulci utiliza todos los elementos técnicos que están a su alcance para sumergirnos en el núcleo de la patología: primeros planos extremos, una luz increíblemente brillante, ángulos dramáticos, zooms imprevisibles… y el desdoblamiento mental expresado a través de la pantalla dividida que nos muestra dos realidades simultáneas. Elementos de crudo realismo, como los ingenios mecánicos de Carlo Rambaldi (perros mutilados que muestran sus entrañas palpitantes) en contraste con delicadas secuencias de belleza sofisticada y estilizada. Todos estos elementos dan a la atmósfera de la película un sabor ambiguo, envuelven al espectador en un ambiente claustrofóbico en consonancia con la angustia de Carol, que es perseguida durante todo el film, exteriormente, pero sobre todo acosada por sus propios miedos.

“Una Lucertola con la Pelle di Donna” se estrenó en Italia en 1971, realizada en el sur de Inglaterra y los alrededores de Londres, y algunos interiores fueron rodados en Roma durante Noviembre/Diciembre de 1970. El guión es de Fulci y Roberto Gianviti y la banda sonora excelsa, perfectamente sincronizada con la tensión latente en el film es de Ennio Morricone, con suaves momentos de languidez y frenesís ácidos.
Se la dejo para descargar aquí. (En la página del link seleccionen Free en la tabla y en la siguiente esperen a que termine la cuenta atrás –sesenta segundos aproximadamente- para descargar el zip).


11 comentarios:

Fernando Siles dijo...

Nadie nunca me convencerá de que un tipo que hacía peliculas tan malas merece un homenaje. De cualquier manera esta que reseñas no la he visto y ya que esta en descarga directa pues quizas le eche un vistazo.

Aura dijo...

Bueno, lo que he dejado para descargar es la banda sonora de Ennio Morricone.
Espero que le guste.

Saludos.

Anónimo dijo...

Excelente pelicula (lo siento Kalimero, no coincidimos para nada en opinion en cuanto a la obra de Fulci).Estoy descargando la OST y cre3o que va a amenizar la mañana en la oficina...

Por cierto, el poster de esta pelicula es muy bello tambien.

Fulci Lives!

Anónimo dijo...

Me uno desde tu blog al sentido homenaje, no he comentado nada en el mío porque no conozco lo suficiente la obra de este gran director italiano. Bueno sí he visto Nueva York bajo el terror de los zombies claro, pero es que esa es imprescindible.

Pussy Galore dijo...

En la copia que yo vi no salian los perros esos que mencionas, creo que he visto una versión censurada!
Un saludo, llevo un dia deplorable.

Anónimo dijo...

está claro que estoy out total de cine :-"( Voy a tener que ponerme al día ;-)

Hijo Tonto dijo...

oiga, muchas gracias por el ost.

es usted del amor.

Horrorscope dijo...

Ya era hora de que Fulci tuviera un homenaje bloguero, que se lo merece.

Anónimo dijo...

Fulci mola. Alguien tenía que hacer el trabajo sucio de homenajearle.

Funiculí Funiculá dijo...

Me declaro una ignorate en lo que respecta al cine...pero leyendote dan ganas de salir corriendo en pos del film... gracias infinitas por tu visita...y que te guste mi dibujar y fotos...si son mias...y con Leonor Fini tenemos el nombre en comun...su talento...brincos diera yo por tener una pizca del de ella.
besos

Leandro Fernández Miró dijo...

creo que la vi hace mil años, pero mi memoria gran enemiga, perdón fulci