jueves, marzo 30, 2006

Cuentos Inmorales

Hace un par de meses y en plena “Semana del Gorila” en Bizácoras quise dedicarle un post a “La Bête”, una de mis referencias favoritas dentro del cine erótico. Días después, el 3 de febrero, fallecía Walerian Borowczyk de un fallo cardíaco. Desde entonces había querido dedicarle algún otro post a este genio del erotismo y hacer una reseña de “Cuentos Inmorales”, que de entre las suyas es mi favorita, pero no había tenido tiempo de volver a visionarla.

Por fin el fin de semana tuve ocasión de volver a verla tranquilamente. Esta colección de cuentos perversos es una pequeña joya. No dejo de recomendársela. Y sirvan estas líneas que siguen como homenaje al señor Borowczyk:

Las cuatro historias de "Contes Immoraux" (1974) persiguen un encuentro con el erotismo en diferentes épocas explorando su faceta más culpable y perturbadora, sumergiéndose en los placeres del pecado. Comienzan con un prólogo escrito como en las películas de la época muda en las que se nos pone en antecedentes del pequeño cuadro pictórico que se nos va a mostrar.

-En la primera, “La Marée” basada en un texto de André Pierre de Mandiargues, un joven de veinte años obliga a su prima de dieciséis a practicar sexo oral en una playa solitaria mientras le explica el mecanismo de las mareas.

-La segunda historia es Teresa Filósofa con una jovencita piadosa encerrada en una habitación (después de volver de la iglesia terriblemente excitada por los candelabros y el órgano) que tiene que pasar como bien puede el tiempo, acompañada de su misal, del libro que da título a la historia y de dos pepinos. Dedicada al onanismo, incluye el Padrenuestro más sensual que he visto hasta ahora en el cine.

-La tercera es la más conocida y también la de mayor calidad artística. Basada en la vida de Erzsébet Bathory, retrata la vida de la sádica aristócrata y su peculiar vampirismo, mostrándonos su morada habitada por decenas de bellas muchachas desnudas y explorando la relación amo-sirviente, además de ofrecernos una secuencia de belleza particularmente inquietante en que la condesa se baña en la sangre de sus víctimas buscando con ello la belleza eterna.

-Para finalizar “Lucrezia Borgia” es una orgía incestuosa (cuyos protagonistas son Lucrezia, su hermano el cardenal Cesare y el papa Alejandro VI) con continuas alusiones a iconos religiosos y un furibundo Savonarola que se intercala entre las escenas de contenido sexual para dirigirnos sus apasionados sermones religiosos.

Aunque ya dediqué algunos comentarios en mi anterior post sobre el director a la particular atmósfera íntima y poética que consigue crear en sus films, no puedo dejar de hacer referencia a ello, ya que en “Contes Immoraux” el esteticismo se desarrolla hasta extremos fetichistas. Hay un gusto por recrearse en los detalles iconográficos que conforman el universo femenino, y Borowczyk le dedica especial atención en primeros planos a los objetos que pueblan la vida cotidiana de las chicas, en concreto se adentra en las sugerencias del tacto y se complace en las texturas de las telas en contacto con la piel, encajes, perlas, etc.

El ambiente surrealista u onírico de las escenas contrasta con el tratamiento de la luz naturalista que muestra los detalles con claridad, apareciendo la carne y el cuerpo como elementos constantes, a menudo ocupando casi toda la pantalla.

Y no sólo es que se dedique a mostrarnos extensiones de piel, Borowczyk envuelve con la cámara a las distintas mujeres, casi se diría que acosándolas, en un ejercicio voyeurístico cómplice con el observador, que experimenta una cierta turbación al no poder dejar de mirar esas escenas íntimas.

No dejen de verla si tienen ocasión, yo llevo unos días repasando la filmografía del director polaco y me he propuesto recopilar todas las que me faltan por ver.

Aquí les dejo una galería de fotos sobre la historia de Bathory de vampirismo lésbico.

Felices Cuentos.

17 comentarios:

lak_brona dijo...

Estimada Aura, ¿cómo agradecerle este maravilloso post sobre les contes inmoraux?? No me había atrevido con ellos, pero me ha dado razones más que suficientes. Y la Bathory...con lo que me encanta esa mujer!! La última biografía que he intentado leer de ella, es digna de echar a la hoguera, qué pena... con el juego que da!
Beso ;)

Nicho dijo...

Sus recomendaciones son órdenes para mí: Teresa la filósofa y un palacio con semejante densidad de población femenina.
Gracias, Aura.

Pussy Galore dijo...

Justo este fin de semana voy a ver Dr. Jekyll et les femmes, la ha visto? qué tal es?

Anónimo dijo...

Así como la Bestia no me gustó, esta en cambio sí que me parece majísima. Cualquiera de las cuatro historias merecen la pena.

Aura dijo...

No, Pussy, esa no la he visto, pero está en mi lista. Ya me dirá que tal...

Markitos dijo...

Cuantas mujeres dispuestas a morder cuellos. Necesito sacar mi lado femenino

c dijo...

¿Una película de mi adorada Elisabeth Bathory? A por ella...!

Anónimo dijo...

Qué Maravilla Aura, tengo que conseguir esta.

Horrorscope dijo...

Ya lo dije en su momento, Borowkzy fue una pérdida muy dura.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Mi querida Aura, sería reiterativa si hablo de lo significativo que es para mí tu blog. Así que sólo te digo que tu recomendación me sabe a tesoro visual y sensitivo.

Una de esa exquisiteces tan preciosas que quitan el aliento.


:) Grax y hasta pronto.

Anónimo dijo...

Tienes la extraña habilidad de dejarme con los ojos clavados a la pantalla... sí, debería repasar la filmografía...

Anónimo dijo...

¿se han dado cuenta de la cantidad de obras sensuales y perversas que nos deron los años setenta? ojo, no dije buenas. algunas osn insoportables.... pero todas tienen algo inesperado en algun momento: una escena de erotismo refinaod ahi, una violencia maravillosa por alla, una idea sutilmente nihilista por aculla. Definitivamente se extraña tener un cine asi, cosas como esta pelicula que hoy por hoy nadie haría porque somos culturalmente más blandos que la mantequilla

Anónimo dijo...

Atinado comentario, Roberto: hoy estamos lejísimos de esos 70 tan moralmente incorrectos. Supongo, por esbozar una teoría, que entonces el libertinaje hippy aún influía en las artes. Hoy en cambio, lo que no ofende a unos ofende a otros y los propios creadores se autocensuran. Lástima.

Higronauta dijo...

Se diría más bien que la saturación ante tanto fotoclónico conlleva al hastío supino. En los setenta, periodo del despertar erótico/pornográfico cinematográfico, aún existía cierta libertad, más que nada por el hecho de que muy mucho estaba aún por inventar.

Por cierto, creo que me toca revidear esta esquisitez, pues hace demasiados años que la contemplé y a penas me quedan ciertos fragmentos inconexos en la mente.

Aura dijo...

De acuerdo totalmente con Roberto. Que hoy en día se puedan encontrar en una película referencias culturales como la de esta cinta: a Boyer D'Argens, a André Pierre de Mandiargues, a la condesa Bathory, y además hecho con tan buen gusto y con elegancia me parece dificilísimo, pero hablando de cine erótico ya me parece utópico y hasta de risa.

Anónimo dijo...

claro, niña aura:
imaginese hoy que la remake solo la haría nacho vidal
que todo bien es un tio graciosillo y bestia a lo Rocco Siffredi y que a veces hace prono con algo mas que plata, pero vamso que le buen gusto se dejaría desear por todos lados.
O el talento

Anónimo dijo...

Mmmm... me muero por ver esta película!!! Como ya t dije en el otro post sobre Walerian Borowczyk, he de buscar sus películas. Apenas he probado en un par de ocasiones en la Fnac y en otra tienda, pero he de hacerme con ellas como sea! Sobre todo la de los Cuentos Inmorales parece tan excitante...! :o